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Este matri me pareció super especial, sobre todo por todas las historias que hay detrás de las lindas imágenes que tomó Julie Bayona de White Photography & Films. Para empezar y que todas se mueran de la ternura, les copio un mini parrafito que nos mandó el novio, Felipe y que es una pequeña introducción a todas las cosas lindas que pasaron este día en Palomino.

Qué tal???? estos novios enamorados son lo mejor del universo! y sobre todo si como Felipe tienen talento con las palabras! Les cuento entonces un poco más de la pareja:  Ana es de Argentina y es profe de yoga. Felipe es un caleño simpático, abogado en el mundo del futbol.

Ana y Felipe.

“Nos conocimos en Buenos Aires, donde los dos habíamos ido a estudiar. Nos vimos por primera vez en la puerta de la casa de Ana, cuando ella celebraba su cumpleaños. Después nos perseguimos el uno al otro por toda la ciudad, compartiendo casi a diario nuestras historias, hasta que, por fin, un mes después, un beso inició algo que ya sabíamos que no tendría fin. Sin embargo, habría interrupciones: un año juntos, otro separados y después la aventura de vivir juntos en Colombia. Alegrías y tristezas, buenos momentos y dificultades, éxitos, decepciones y algo de excentricidad, porque desde el comienzo la cosa fue muy particular, nos llevaron por el camino que nos condujo al matrimonio en Palomino, lugar que junto con Buenos Aires, la Patagonia y Cali, se convirtió en un pueblo que sentimos propio, otro hogar en el mundo para esta familia que es un poco extraña, pero sobre todo feliz y amorosa. Nos unieron anillos hechos por un buen amigo; el de Ana, con la Latitud, el mío con la longitud y juntos, con las coordenadas inspiradas en un sueño que vivimos a diario, que empezó en la puerta de la casa de Ana, a donde llegamos desde los extremos de Sudamérica a encontrarnos para toda la vida.”

Se casaron en El Matuy– Palomino, un hotel rústico sin electricidad, donde la comida es deliciosa y su dueño, que se llama Tuchi es lo máximo!! Es una reserva natural e iba muy bien con la personalidad de ellos dos. La ceremonia fue en la playa frente al mar, no hubo sol… Pero todo salió lindísimo, los casó el padre del pueblo.

La comida fue un poquito mas adentro donde normalmente es el comedor de cena del sitio. Al lado de esto fue la fiesta, donde hay una plataforma de madera natural y encima de ella cae la sombra de un árbol gigante divino, que tenía colgadas bolitas de papel de varios colores. Todo estaba iluminado con antorchas y velitas.

Ana  durante los días previos se dedicó con su mamá a hacer la decoración de la mesas, hicieron ringletes con papeles de patrones  pastelitos que luego fueron puestos dentro de botellitas transparentes con arena de la playa.
Dato curioso y original que me fascinó: los anillos fueron diseñados y hechos por Daniel uno de los mejores amigo de Felipe y la inscripción son las coordenadas donde ellos se conocieron!!

Qué tal? no les parece la locura este matri? una prueba más del bien sabido “Menos es más”, como decíamos en estos días en nuestra página de Facebook, el matrimonio es una celebración y si al final del día estás casada con la persona que amas, es porque todo salió perfecto!

Felicidades a Ana y Felipe, que la vida los lleve a encontrarse en muchas coordenadas más siempre rodeados de amor!



Créditos:

Fotografía: White Photography & Films
Vestido Novia: Catalina Bayona
Vestido novio: Los abuelitos se lo mandaron a hacer con de Telas del norte – Cali.
Lugar: El Matuy
Anillos: Daniel Matiz
Catering: El Matuy
Joyas novia: Mercedes Salazar